23 de Diciembre 2004

UN SUEÑO NO TAN EXTRAÑO.

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Cuentan que María tuvo un sueño un tanto raro, y que se despertó sobresaltada en mitad de la noche. Llamó a José, para contarle lo que había visto, y éste, trató de calmarla. María estaba realmente asustada, pero una vez más tranquila, empezó a describir aquella extraña visión.

José, he soñado que era el cumpleaños de nuestro hijo Jesús, y que todo el mundo quería celebrarlo. Adornaban todas las ciudades del mundo, de manera que estaban mucho más bonitas que el resto del año. Las familias se unían, y adornaban sus casas. ¡Incluso ponían un árbol dentro de ellas! Y lo adornaban con bolas de colores.

Pero María… ¿quién iba a meter un árbol dentro de su casa? Y ¿para qué adornarlo?

No sé José, pero estaban tan contentos de que fuera el cumpleaños de nuestro Jesús, que preparaban una gran cena, y se intercambiaban muchos regalos. Las personas se ponían sus mejores galas, comían cordero, y dulces que yo nunca había visto, cantaban canciones, y tocaban la pandereta. Todos estában muy felices, y por una noche, parecía que todos los problemas se olvidaban. Pero José, yo me puse muy triste, porque me di cuenta, de que aunque hubiera montañas y montañas de regalos, ninguno era para nuestro Jesús. Es más, algunos ni le conocían, no sabían quien era. Y no hay cosa más triste que no estar invitado a tu propio cumpleaños.

No te preocupes María, sé que eso es horrible, pero no ha sido más que un mal sueño.

No olvidemos el verdadero significado de estas fechas.
Feliz Navidad y próspero año nuevo. Que el 2005 esté lleno de paz, amor, salud y felicidad en compañía de todos vuestros seres queridos. Ojalá se cumplan todos vuestros deseos.

Escrito por susana a las 10:03 PM | ¿Alguien quiere decir algo? (1)

12 de Diciembre 2004

No recuerdo mi último paseo.

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Como podéis fácilmente observar, ya es Navidad en unos grandes almacenes. Todos sabemos cuáles son estos grandes almacenes, que nos anuncian la llegada de cada estación junto con sus ofertas y no ofertas. Se nota el ambiente festivo por allí donde una va. Mi casa ya esta decorada, calle Larios también… el belén del Ayuntamiento, los puestecillos del Parque, las películas de sobremesa sobre la Navidad y el amor… definitivamente, si no fuera por el examen que tengo este viernes, ya sería Navidad.

Si hay algo que me gusta de estas fechas, es ir a casa de mi abuela. Adoro a mi abuela, y creo que en muchos aspectos de mi vida, me parezco a ella. Lo reconozco, tengo mis momentos “abuelita”, pero no conozco a nadie que no los haya tenido al menos alguna vez en su vida. Susana, pareces una abuela. Recuerdo una vez que fuimos de compras, y entramos en Benetton. Íbamos a comprar una falda, pero todas eran demasiado cortas a ojos de mi abuela. Por aquel entonces, yo no entendía mucho de largos de faldas, y todas me parecían adecuadas. Por supuesto, no compramos ninguna falda, pero si que compramos un precioso jersey de cuello vuelto. A la semana siguiente, mi abuela me regaló una falda escocesa de tablas preciosa, que ella misma había hecho, para que el largo de su nieta no quedara en entre dicho. Creo que el odio a las mini faldas, puede tener algo que ver con mi abuela.

Pero estas fechas tienen otras muchas cosas que detesto, como las personas que sólo se acuerdan de ti en Navidad. Te tienen el resto del año en un oscuro rincón de la memoria, pero, por arte de magia, en Navidad, te llaman y te desean lo mejor. Por supuesto, justo después de colgar el teléfono, vuelven a olvidarte. Yo soy de opinión bastante fija: no me llames más, que no sé cómo decírtelo, que ya te he olvidado, y tú deberías hacer lo mismo. No es justo irrumpir en la vida de las personas así, de repente, sin motivo aparente, porque el nacimiento del hijo de Dios, no es el verdadero motivo. Aunque ahora que lo pienso, prefiero no saber en real, si es que existe.

Otra cosa que me llama la atención es la gente en sí. Parece que en estas fechas, se multiplican como los gremlins con el agua o algo por el estilo, porque no es de este mundo. Yo me agobio bastante con la gente. No es que sea una persona extremadamente reservada, pero no me gustan las aglomeraciones. Soy más de paseos tranquilos, aunque no recuerdo ahora el último paseo que he dado. Con paseo, no me refiero a andar para llegar a un sitio, si no a pasear por pasear, por ver cómo está todo, y por disfrutar de la compañía de la persona que camina junto a ti. Creo que debería pasear más… lo meteré en la lista de propósitos para el año nuevo, junto a vaguear menos y encontrar a alguien que me aguante.

La verdad es que todo esto va unido al hecho de que en estas fechas, en las que ya es Navidad en unos grandes almacenes, me siento un poco Bridget Jones, qué le vamos a hacer. Me pondré a estudiar, que buena falta me hace, y dejaré de pensar en las miles de parejitas que lo inundan todo con su amor navideño. Lo de encontrar a mi sufridor, lo dejo para mañana.



Una canción: If I Ain't Got You, Alicia keys.

Escrito por susana a las 9:22 PM | ¿Alguien quiere decir algo? (1)