Diario de una teleñeca.
Bienvenido al Diario de una Teleñeca!!
Me encanta contar las cosas que van pasando en mi entorno. De pequeña queria ser escritora, y ésta es una muy buena oportunidad. No dudes en dejar tu opinión al respecto, y volver por aquí cuando quieras.
7 de Octubre 2004
La ciudad parece un mundo.
Últimamente, no se qué me pasa, que no logro conciliar el sueño. Me encanta dormir, siempre he disfrutado con ello, pero estas pasadas noches, han sido una auténtica tortura. Cierro los ojos, y nada, sigo despierta. Pasan los minutos, las horas
veo como las luces de los coches se reflejan en mi armario, siento el maullar del gato, buscando pelea entre los neumáticos, y sin poder evitarlo, me siento sola, muy sola. Cuando son las cuatro y media de la mañana, cuando todos duermen, excepto la estrella polar y sus amigas
¿qué se supone que puedo o debo hacer? Abrazo mi almohada y pienso: este es el peor de los castigos. ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Cuento números, y llego lejos, muy lejos. Lo que pasa, es que los números, a estas horas de la noche, son bastante aburridos, un poquito más que el tema 1 de compleja si cabe y me canso, que no duermo. Ojalá. ¿Será el café?
El único consuelo que tengo, es que ya queda menos para que amanezca. Pasan las horas, y pienso: me levanto, salgo a la terraza y veo amanecer. Pero justo en ese momento, no se por qué, desconecto. ¡A buenas horas! Ya que he aguantado la noche en vela, qué más da no dormir un par de horas más, justo esas que separan el día de la noche, y darme un capricho, que hace tiempo que no me lo concedo. Pero no
Susana tiene que quedarse frita, dormirse cuando la licencia de lo oscuro ha caducado, y llegar tarde a todos los sitios. Mi especialidad, perder el autobús de las 7.30 de la mañana. Es típico verme andar a todo trapo calle abajo, en busca de un bus alternativo.
Tengo que buscar una solución, esto no puede seguir así. Me niego a ponerme a estudiar para matar la noche. Lo mismo la radio cura mi insomnio, probaré tu consejo. Y otra cosa que debería empezar a hacer, es hablar un poco más conmigo misma. Lo mismo sé lo que me pasa, y aún no me he atrevido a decirlo. Quiero saltar, pero se que no tengo alas. ¿Conoces esa sensación? Espero que no. La matrícula me está matando. De todos modos, voy a comprar valeriana.
Una canción: La ciuddad parece un mundo, Ismael Serrano.
Gracias a Mtex, por la foto, que es una maravilla. Te la tomo prestada ;)