26 de Marzo 2005

I still haven´t found...

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Últimamente, he estado pensado más de lo habitual, y mira que yo pienso mucho las cosas. Cuando me quedo a solas conmigo misma, justo antes de quedarme dormida, hago balance de lo bueno y malo que hay en mi vida. Y tras tanto pensar y pensar, he llegado a la siguiente conclusión: las cosas, no son exactamente como son, sino que son como somos. Cada uno tiene su visión particular (y bastante personal) de los acontecimientos, de la vida en general, y esta visión, nunca es totalmente objetiva. Es más, lo que el lunes está en la cumbre de tus prioridades, el martes puede ser un objetivo más, pero no el principal.

Y hablando de la pirámide de prioridades, todos buscamos algo, en eso estoy totalmente segura. Yo de hecho, a veces pienso que no tengo muy claro que es lo que estoy buscando, en si es un objetivo concreto que aún no he encontrado, o si es que directamente no existe la cumbre de mi pirámide. Me convierto en Susana escaladora, y parece que esté frente al Everest. Mientras llego o no llego a la cima, sigo buscando mi sitio en este mundo, y me está llevando más tiempo del previsto. Con más o menos dificultades, obstáculos, contratiempos, sigo buscando. Y lo peor de todo, es que sigo buscándote a ti, en el halo de la luna, en el bullicio del gentío, en cada copa que bebo. Sigo pensando en que no importa lo escondido que estés, algún día te encontraré. Supongo que lo importante es no cansarse nunca de buscar, porque esta vez no consiste en llegar antes a la meta. Basta con llegar, y haberse encontrado por el camino a uno mismo. Al fin y al cabo, somos la persona más importante de nuestras vidas, porque siempre vamos a estar acompañados de nuestra propia compañía.

No creo que ahogar las penas en ron sirva de mucho, básicamente, porque como dicen por ahí, las muy putas flotan, y además, me pongo bastante melancólica. Claro que en este recién estrenado estatus vital, me toca esperar a que el destino mueva ficha, porque mi caballo se ha cansado de saltar, y prefiero hacerlo sentada en la barra del bar. Supongo que desde allí, se ven las cosas más negras de la cuenta, y aunque la experiencia me dice que el negro tenderá al gris y luego al azul cielo, esta primavera se lleva el verde. Tendré que salir de mi bar un día de estos, e ir de tiendas. Puede que por el camino, encuentre un nuevo objetivo.


Una canción: Maggie despierta, Mclan.

Escrito por susana a las 9:37 PM | ¿Alguien quiere decir algo? (5)

21 de Marzo 2005

Teoría de la Relatividad.

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“Si pones tu mano en el fuego, por unos minutos, te parece más de una hora, pero si pasas una hora con la chica que te gusta, te habrá parecido sólo unos minutos.” Con esta frase, intentaba explicar Einstein el concepto de la relatividad, y creo que con esta simplificación de su célebre teoría, todos podemos hacernos una idea de lo relativas que pueden llegar a ser las cosas.

Lo que para unos es indiferencia, para otros es sufrimiento. Lo que para mi es una señal, para otros es casualidad. Qué relativo y efímero es todo. Y hablando del todo, de la ausencia de la nada, todo llega y todo pasa. Como he dicho en otras ocasiones, la vida es una sucesión de acontecimientos, pero en mi intento de modelar mi ciclo vital, olvidé tener en cuenta la relatividad de las cosas.

Volviendo sobre Einstein, sobre sus fórmulas, sus teorías y su mitad del premio Nobel (la otra pertenece a su “amada” esposa) recuerdo otra de sus ideas: “Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”. Tiste época la nuestra, tristes días los que vivo, qué triste es la soledad, y que coraje me da que me inspire tanto este mal de amores. Señor Einstein, debió dejarnos algún teorema para aplicar en estos momentos, alguna condición necesaria y suficiente, algún algoritmo para que el tiempo, ese que todo lo cura, optimice su trabajo.

Puede que exista alguna razón, algún criterio en mi sucesión de acontecimientos. Yo siempre trato de buscarla. Lo mismo esa razón es en sí misma relativa. Puede que las cosas lleguen porque si, como los trenes o los autobuses, y dependiendo del momento justo en el que nos encontremos, cogemos uno u otro, sin pararnos a pensar qué hubiera pasado si hubiéramos perdido ese autobús y hubiéramos cogido el siguiente. Qué relativos pueden llegar a ser unos minutos. O puede que no, puede que todo tenga su razón de ser, y la relatividad sea despreciable la próxima vez. Hasta entonces, seguiré siendo Susana.

Una canción: Grita, de Melón Diesel.

Escrito por susana a las 3:20 PM | ¿Alguien quiere decir algo? (4)